Qué bien viven algunas!!!

Como siempre, la hora de recoger todo lo que hay por medio en casa se convierte en la hora de las peleas en casa, porque Cristina odia recoger. Ese bichito de cuatro años, puede estar una tarde entera jugando sin parar, saltando y corriendo, riendo sin parar y sacando TODOS los juguetes que tiene (incluso los de cuando era bebé, que ya no usa), pero en el momento que toca recoger el desaguisado, le entra el cansancio, y se mueve como si sus extremidades fueran de plomo, cosa totalmente imposible por que hace unos minutos saltaba como una gacela por el pasillo.

Cansada, lloriquea que los papeles pesan mucho (los papeles???), que los juguetes pesan mucho (los juguetes???) y yo permanezco impasible, indicando dónde van las cosas y que tiene que recoger porque toca cenar y la verdad, el salón tenía más de campo de batalla que de otra cosa.

Cristina, con rabia contenida (eso sí que lo tiene, que es visceral como ella sola), me mira de reojo y mira a Ali (si el canario ese amarillo, ese mismo al que intentó asesinar hace poco). Se gira hacia mi y me suelta la siguiente objeción: "Mira mamá, lo que no me gusta es que mientras yo estoy aquí trabajando, la Ali está ahí en su jaula tan tranquilita."

"Tú tranquila mi amor, que mañana voy a la tienda de animales y le compro un pico y una pala para que haga trabajos forzados, que ya está bien que viva a la sopa boba la pajarraca ésta!!!"

Si es que la envidia es muy mala!!!