Mi criatura dulce y amorosa que corretea por casa como si hubiera sido poseída por el Diablo de Tasmania, pregunta últimamente por la muerte.
Sin ir más lejos, el otro día, me abrazó y me dijo dulcemente: "Mami, yo no quiero que te mueras, porque lloraré mucho". Con un nudo en la garganta, la abracé fuerte y le di un beso, pensando en lo que me quería ese bicho. Se deshizo del abrazo y me miró a los ojos y dijo: "Es que no quiero que te mueras, por que si no, ¿quién hará la cena?".
Pues eso, pa que te enteres.
2 comentarios:
Mandame un correo y hablamos!!
bss
ainnnsss leche...
Que se me olvidaba!!!
Felicidades para tu peque!!!
Pasadlo bien!!
bss
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