La luz y la crisis

He descubierto que la culpa de la escasez en los bolsillos de todo bicho viviente es nuestra y sólo nuestra. No han sido las hipotecas basura, ni la especulación de bancos e inmobiliarias. Tampoco es culpa de los empresarios, pobrecitos, que lloran montados en sus coches de lujo, mientras piensan que la solución de todo mal es el abaratamiento de los despidos (a esto, sugiero humildemente, que con el despido, el despedido, en agradecimiento al acto heróico que ha echo su jefe, se deje sodomizar repetidas veces sin rechistar). Si es que todos son unas víctimas de nosotros, curritos de a pie, que tenemos la mala costumbre de comer varias veces al día, insensibles al cataclismo que ocurre a nuestro alrededor. Creo que el para la próxima Navidad, en lugar de apadrinar un niño, se va a promover que se apadrine un banquero, o un empresario.

Claro, es que nosotros, malas personas, hemos promovido esta hecatombe mundial, arrastrando a los que manejan el dinero a la bancarrota, y es que las inyecciones para la liquidez se quedan sólidas en el culo, con lo que duele eso.

Y nosotros también somos culpables de la ida de la olla de la comañía de la luz (Fecsa-Endesa-Enher y toda la retahila de nombres que tiene según la parte geográfica en la que vivas).
Sin ir más lejos, el otro día recibí la factura de la luz y tuve un momento "niña del exhorcista" cuando ví que había duplicado mi gasto en un mes. Como movida por un resorte, cogí el teléfono y marqué el número de atención al cliente, pulsando cada tecla con una mala leche que aún no sé cómo no saltaron todas por los aires. Me coje el teléfono una señorita y sin dejarla hablar le suelto: "qué pasa con mi facura de la luz eh? que me habeis facturado el doble, eh?", y la chica, sin perder su tono condescendiente, me dice que me he equivocado de teléfono. "Uy, si!, perdona eh?". Marco de nuevo, procurando aporrear los números en el orden correcto. Tras unos diez minutos con una musiquita de ascensor, de esa que te dan ganas de degollar al próximo que veas con un violín, escucho que alguien al otro lado descuelga el teléfono... "Hola?" Risas y carcajadas, aquello era una fiesta en toda regla. Una chica gritaba "apagón, apagooooooon" "JAJAJAJA". Todo esto hace que la niña del exhorcista vuelva a mí y me posea con violencia.
Tras tres o cuatro vueltas de cabeza, oigo a un chico, despistado, que se ha dado cuenta que llevo un rato escuchando el fiestorro que tenian montado en la oficina (para que luego digan que trabajar es un rollo, de mayor me pido ser operadora de Fecsa!).
- Buenos días, le atiende Fulanito, en que puedo ayudarle?
- Hola (voz de ultratumba) quiero que me expliques por qué me habeis facturado el doble este mes.
- Sí, dígame bla bla bla (datos de titular etc)
- Claro, como no... bla bla bla (pedazo niñato que eres tonto)
- Pues no sé qué decirle señora (y dale con señora, leche!), aquí tengo los datos de lectura real, no ha sido una estimación, con lo que se entiende que este ha sido su gasto.
- Pues no, que yo pago siempre la mitad, que no he hecho nada raro en casa como para gastar el doble.
- Señora, seguramente esto es por la crisis. USTED NO SALE TANTO AL CINE Y A CENAR Y SE QUEDA EN CASA, COSA QUE HACE QUE SE PRODUZCA UN CONSIDERABLE AUMENTO EN EL CONSUMO DE LA LUZ. Además, mucha de la gente que está denunciando, se va a tener que tragar sus palabras porque los hechos son estos, la gente no sale y se queda en casa, gastando más luz.

Toma ya!!!!! Si la explicación es clara, si es que somos malos, mezquinos y mala gente, que nos ciscamos en la familia del Sr. Fecsa, que es una víctima de la crisis. Nosotros gastando como descosidos y ellos, pobres, nos tienen que subir la factura.
Claro, esos viejecitos que tienen facturas de 300 euros es porque no salen al parque a darle de comer a las palomas, ni miran obras (porque no hay), y se quedan en casa, abusando del brasero.

Al final, me forro la casa con paneles solares y que les den a los de la luz. Y que les den mucho, mucho.

Pienso mirar con lupa la lectura, y como se les vuelva a ir la pinza, les vomito el puré verde de la niña del exhorcista.

Es que a posesa no me gana nadie.