9 ene 2009

El vuelo de una urraca

Querid@s, he volado como una urraca. Bueno, según la trayectoria que realizó mi cuerpo, podría decir que revoloteé como una gallina clueca.
El caso es que pasó lo siguiente: caminaba distraída por el parking de un centro comercia, mirando dentro de mi bolso, y las hermosas bolas de acero que delimitan las aceras se pusieron en mi camino de manera intencinada y malvada. El revoloteo fue instantáneo y a cámara lenta, y mientras caía mastiqué lentamente el nombre de mi marido, que iba delante ajeno al espantodo ridículo que estaba protagonizando. Caí con la mala fortuna de acariciar una de las bolas con mi codo, y todavía siento los efectos de tal caricia. Lo peor es que, una vez en el suelo, un chico se acercó con cara de preocupado y me dijo: "Está bien señora?" Diosss, me ha dicho "señora". Oh!!! ya no soy la que era...
Le dije que estaba bien, que gracias, y me compuse como pude mientras protestaba de las puñeteras bolas. Entramos en el Mc Donald's, y mi marido empezó a reirse mientras me miraba divertido. En las cajas, tienen unas televisiones donde se ven los exteriores del centro comercial, y una de las cámaras salía enfocando justo en el lugar donde había caído. Sentí como me venía un calor extremo a mis mejillas.
Todo el mundo que hacía cola para pedir había visto el cacharrazo en directo.
Gran Hermano está en todas partes.

1 comentario:

MC dijo...

Jjajaja, tienes una forma de contar las cosas que me deja pegada a la pantalla hasta el final.

Espero que no te hicieses mucho daño, aunque por lo que veo fue más el daño moral que el físico. En fin, no te preocupes, que caidas de esas sonadas hemos tenido casi todos jajaj

Besazos y Feliz Año.