En las clases de Termodinámica, he de reconocer que me entraba un sopor indescriptible... las energías internas, las entalpías y demás, danzaban a mi alrededor, en una especie de conjuro hipnótico cuyo principal objetivo era el suspenso de esa maravillosa asignatura...
En fin, que no me pregunteis como, pero al final aprobé (fiesta, conmoción y emoción fueron la nota predominante ese dia). Ahora mismo, recuerdo poco de aquella asignatura, pero lo que más se me quedó fue un concepto muy importante en la vida de cualquier maruji: LA ENTROPÍA.
Según la termodinámica, la entropía es un concepto que describe el orden de un sistema. Según se explica, un sistema tiende siempre a aumentar su entropía (es decir, su grado de desorden). En resumen, cualquier sistema (habitación, cajón o lo que sea) siempre tenderá al desorden.
Entonces... ¿por qué nos empeñamos en luchar contra un principio básico de las leyes de la Termodinámica? Un misterio sin resolver.
A mi me gusta tener las cosas ordenadas, pero reconozco quee soy impaciente por naturaleza. Así que cuando ordeno un armario, y él solito, obediente él con lo que le dice la Sra. Entropía, se desordena "solito", me desespero... y abandono. Así que de vez en cuando, existe un caos monumental en mi casa (a la que ahora denominaremos "sistema") y me da por luchar contra la Entropía que maldita sea, puede más que yo...
Ordeno armarios, limpio recovecos olvidados de mi casa, tiro cosas hasta hartarme (algún día, en medio de ese furor tiraré algo importante, ya lo verás tu...), y dias después, el armario vuele a estar lleno de trastos, las camisetas se abrazan entre ellas y yo... lloro mansamente.
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